Arte y moda. Moda y arte. Dos géneros en continua relación, por sus correspondencias históricas y su connotación estética. En cuestión de moda masculina, el arte se plasma en sincronía cuando las colecciones saben combinar tradición y vanguardia en su exacta y justa medida. En el siguiente artículo, desgranamos estos conceptos tan complementarios y a la vez tan necesarios, para ayudarnos a definir como es y como viste el hombre del siglo XXI.
Si lo que buscamos es transmitir elegancia, en cuestiones de moda el equilibrio es el que manda. Porque en todo hombre de vanguardia siempre hay un atisbo de tradición y clasicismo que permanece, sutil pero intacto, transmitiendo a través de la ropa que luce todo lo que las palabras no pueden expresar.
Y es que lo clásico es siempre un valor añadido en las colecciones de ropa para hombre contemporáneas. Lo podemos ver, por ejemplo, en aquellos blazers para vestir todos los días que apuestan por estampados o colores atrevidos, pero que dotan al hombre que los luce de la admirada elegancia tradicional. Outfits que conservan los clásicos complementos, pero que aportan un toque de modernidad añadiendo, por ejemplo, unas deportivas último modelo al look.
Si lo que buscamos es descubrir las diferencias entre ambas tendencias, observamos claramente en nuestra sociedad una distinción entre aquellos hombres que se decantan por un estilo tradicional, frente a los que eligen un catálogo más vanguardista a la hora de identificar su estilo en el vestir. No obstante, podemos afirmar que en la simbiosis entre ambas radica la auténtica clave del estilismo y, en definitiva, del arte que supone la moda y la confección.
Observar al hombre como una fuente de inspiración para el arte es el punto de partida de muchas firmas de moda masculina, basadas en la calidad y el diseño exquisito. La figura masculina ha sido vista a lo largo de generaciones como una viva escultura de la sincronía, la estética y el refinamiento, algo que hoy en día toma relevancia con el resurgir de nuevos lenguajes de expresión artística y la potente influencia de la industria cinematográfica y los social media.
A ojos de la moda masculina, tradición y vanguardismo son dos aspectos imprescindibles que deben darse en cualquier colección. Las firmas lo tienen claro y por ello, apuestan por mantener en sus catálogos de trajes o de ropa casual masculina, una base de tradición que se sustenta en la calidad de los patrones, el saber hacer artesanal, los tejidos de calidad y el know-how en general.
Partiendo de un apoyo tan firme, jugar con nuevas propuestas, combinaciones, colores o estéticas innovadoras, no parece tan atrevido. En última instancia, arriesgar en mayor o menor medida está siempre en manos de cada hombre, el cual tiene a su alcance todo un universo de prendas más o menos alternativas entre las que elegir. En nuestra era se impone, por tanto, la reivindicación de la personalidad única y genuina de cada uno, símbolos de la elegancia por excelencia que, como el arte o la moda, no morirán jamás.
