Tener un traje es imprescindible para mucha gente, ya sea para ocasiones profesionales, formales o especiales. Sin embargo, la inversión que se hace en un buen traje no termina al salir de la tienda. Para que tu traje siga luciendo con estilo y prolongar su vida útil, es esencial cuidarlo adecuadamente. A continuación te ofrecemos una guía completa sobre cómo cuidar tu traje para que siga siendo un básico de tu armario durante muchos años.
Almacenamiento adecuado
Uno de los aspectos más sencillos pero cruciales del cuidado es cómo guardar el traje. Cuelga siempre el traje en una percha resistente con hombros anchos. Las perchas finas y de alambre pueden hacer que el tejido se estire o incluso dejar arrugas antiestéticas. Evita apretujarlo en un armario abarrotado. Necesita espacio para respirar y colgar libremente para evitar arrugas. Utiliza una funda transpirable para protegerlo del polvo y permitir que circule el aire. Evita las fundas de plástico, ya que pueden atrapar la humedad y provocar la aparición de moho.
Para los que sólo llevan trajes ocasionalmente, un almacenamiento adecuado a largo plazo es crucial. Asegúrate de que el traje está limpio antes de guardarlo durante un periodo prolongado. Cualquier mancha que se deje sin tratar puede convertirse en permanente. Guarda el traje en un lugar fresco y seco. Evita los sótanos o áticos, donde la temperatura y la humedad pueden fluctuar y dañar el tejido.
Limpieza y mantenimiento
Saber cómo y cuándo limpiar tu traje es fundamental para su longevidad. Limpia tu traje en seco sólo cuando sea necesario. Una limpieza excesiva puede dañar el tejido y acortar la vida útil del traje. Normalmente dos o tres veces al año es suficiente, a menos que se utilice con frecuencia. En el caso de pequeñas manchas o suciedad, suele bastar con pasar ocasionalmente un paño húmedo. Evita frotar demasiado fuerte para no dañar el tejido. Utiliza un cepillo de ropa para eliminar el polvo y la suciedad después de cada uso. Este sencillo paso ayuda a mantener la calidad del tejido y le da un aspecto fresco.
Planchado
Las arrugas son inevitables, pero la forma de tratarlas marca la diferencia. Si tu traje se arruga, plancharlo puede ayudar, pero utiliza siempre un paño de planchar y una temperatura baja para evitar que el tejido brille o se queme. El vapor es una alternativa más suave que la plancha, ya que relaja el tejido y elimina las arrugas sin contacto directo. Un vaporizador de mano es una gran inversión para mantener tu traje en casa.
Rotación y descanso
Si usas trajes con regularidad, es importante rotarlos. Tener más de un traje te permite rotarlos, dando a cada traje tiempo para descansar entre usos. Esto evita el desgaste por el uso diario y alarga la vida de los trajes. Después de usar un traje, dále uno o dos días de descanso para que el tejido se recupere y recupere su forma.
Viajar con el traje
Viajar con un traje puede ser complicado, pero con las técnicas adecuadas, puedes mantenerlo con un aspecto impecable. Cuando viajes, utiliza una funda para proteger el traje de las arrugas y la suciedad. Si no es posible, dóblalo por dentro para proteger el tejido exterior y colócalo encima del equipaje para que no se arrugue. Cuando llegues, cuélgalo inmediatamente y utiliza una vaporeta para eliminar las arrugas.
Reparaciones
Incluso con los mejores cuidados, pueden surgir pequeños problemas. Ten a mano botones de repuesto y conoce a un sastre de confianza que pueda sustituirlos rápidamente. Si tu traje necesita ajustes o empieza a deshilacharse en los dobladillos, consulta a un sastre profesional. Evita las reparaciones «hágalo usted mismo» a menos que confíes en tus habilidades de costura.
Cuidar tu traje es algo más que darle un buen aspecto: es proteger tu inversión. Siguiendo estos pasos para el almacenamiento, la limpieza, el mantenimiento y las reparaciones, tu traje seguirá siendo elegante y te servirá durante muchos años. Ya sea para la sala de juntas o para una ocasión especial, un traje bien cuidado es una muestra de elegancia y atención al detalle que nunca pasa de moda.
