Añadir el toque personal a un traje para hombre es algo que se consigue fácilmente escogiendo los accesorios adecuados y precisos. Corbata, foulard, alfiler o gemelos, son pequeños detalles que marcan la diferencia y que tienen el poder de transformar un look sobrio en extravagante; un estilo discreto y cotidiano en descarado, insolente y muchísimo más. Si el traje es una prenda que no falta en tu guardarropa, a continuación, te contamos cuáles son tus aliados a la hora de personalizarlo, para que, según tu criterio y tu propio estilo, los combines y averigües por ti mismo su inmenso poder. ¡Atento!
A la hora de personalizar un traje para hombre, el universo de los accesorios es tan rico en sí mismo que merece un tratado estilístico a parte. En el mundo de la moda masculina, los pequeños elementos que complementan al clásico traje siguen un hilo conductor, que cambia, evoluciona y se nutre según cada época o circunstancia histórica.
El uso de la corbata, por ejemplo, nació como un pañuelo anudado al cuello que improvisaban para taparse del frío en los clubs ingleses del siglo XIX. Décadas más tarde, un sastre halló la manera de cortar esa tela y darle su forma patentada. De la simple necesidad, se pasó a la belleza y el valor estético de una prenda que ahora es mítica en el mundo de la moda. Cada uno de los elementos incorporados al guardarropa masculino tienen su historia, su simbología y su evolución, de ahí su gran poder estilístico a la hora de complementar cualquier outfit.
Hay determinados básicos que tienen la capacidad de subir de nivel tu look más casual (tal y como te contábamos en un post anterior). Si hablamos del traje para hombre, su elegancia y sobriedad hacen que por si solo posea ya mucha fuerza estilística, no obstante, cada complemento que decidas añadirle, le sumará en carisma y personalidad. Sin duda, no es lo mismo un traje con corbata o pajarita que sin ella, demostrando el poder que un simple accesorio es capaz de aportar a tu imagen.
Escoger una pashmina, un pañuelo o una bufanda de lana 100% para lucir con tu traje, es un guiño a la historia de la corbata y su esencia original. Anudada con elegancia, proporciona utilidad en los meses más fríos, desmarca del resto y añade un toque glamuroso a tu outfit. Además, te permite jugar con los tejidos y colores, creando combinaciones originales o discretas, dependiendo del evento o la ocasión. ¿Y si combinas tu traje con un jersey? De cuello alto o dejando a la vista la camisa, es una opción ideal para los meses de frío y aporta un toque casual sin enmascarar la elegancia de la prenda.
La camisa es otro de los complementos para el traje masculino con una interesante y destacable evolución histórica. Su origen se remonta al año 1500 a.C. y está asociado al lino, tejido puro usado posteriormente en la Edad Media para proteger la piel de prendas más rudas. En la actualidad, el mundo de la moda se nutre de versiones antiguas y contemporáneas de este accesorio, dando lugar a un extenso catálogo de colores, formas y tipos de cuellos distintos, con el que crear combinaciones increíbles.
El origen de la camisa va ligado históricamente al de los gemelos o mancuernillas, piezas que nacieron por pura utilidad y cuyo uso elegante se popularizó en el siglo XIX, momento en el que la moda vivió una importante revolución. En la actualidad, este accesorio habla de hombres preocupados por preservar hasta el último detalle. Hombres que buscan dotar sus outfits con elementos personales y atrevidos; que quieren destacar y añadir ese contrapunto de lujo y opulencia a su look.
Lo mismo sucede con el alfiler o pasador de corbata, un accesorio popularizado en los años 20 y que ha evolucionado de la pura utilidad, para preservar el aspecto y forma de la corbata, a un rico catálogo de diseños, formas y matices que suman esplendor al traje de hombre. Existe también el llamado pin de corbata, para fijarla a la camisa de manera original, añadiendo piedras y metales preciosos, o la menos discreta cadena de corbata. Evoluciones estilísticas para adaptarse a cada momento y lugar.
Sumar elegancia. Aportar estilo y distinción. Sea como sea, los accesorios, tiene poder y son capaces de transformar un traje para hombre, cargándolo de valor estilístico e histórico. Solo hay que saber leer entre líneas y, sobretodo, ser comedido con ellos. Aunque no hay peligro en jugar con las combinaciones para crear un sello propio, es bueno recordar el popular dicho: ya sabes, en cuestiones de estilo, menos, siempre suele ser más.
